miércoles, 17 de diciembre de 2008

Detroit vs.Washington.

Algunas entradas anteriores comente sobre la virtual aprobación en el congreso norteamericano de una política emergente enfocada al rescate del sector automotriz de ese país, en esa misma entrada mencione incluso la creación de una figura de control propuesta por el Estado, de igual manera mencione que la aplicación de la política era sólo cuestión de ratificación por parte del Senado, evento con el que muchos contabamos; pues para no seguir haciendo interminable esta entrada, les comento que la política fue vetada por el Senado, en particular por el ala republicana, acción que impide el flujo de capital hacia el sector automotriz. Cuando me entere quede demasiado sorprendido y con unas ganas enormes de conocer la solución que se planteará ante tal escenario, por lo pronto son tres las opciones, la primera es dirigir capital del fondo de estabilidad del sector financiero que gestiona el departamento del tesoro, la segunda es permitir un préstamo con origen en la FED y la tercera esperar al inicio del próximo periodo de actividades del congreso para plantear una nueva solución, opción que me parece lo mínimo, muy riesgosa debido al papel esencial que en esta crisis, representa el tiempo. Mientras conocemos la materialización de alguna de las anteriores opciones o incluso alguna distinta, es bien importante observar que, al igual que como lo intente hacer notar en la entrada referida anteriormente, el papel del estado y la trascendencia que tendrá en la crisis contemporánea, es una realidad que ninguno de los defensores, seguidores y predicadores del libre mercado puede negar, al igual que no es posible negar la información sobre paros en la producción que reportan GM, Chrysler y Ford.

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