martes, 30 de diciembre de 2008

Ciao.

Demasiadas jornadas sin incluir una palabra, fueron demasiadas... hoy estoy de regreso esperando el final del año y con muchas expectativas por delante, agradezco infinitamente a quienes visitaron este espacio durante mi ausencia y los comentarios sobre el New Yorker, Hámas y demás, los tengo muy en cuenta...
La Navidad fue extraordinariamente insípida y repleta de mareos y consumismo, demasiados regalos, fueron tantos y son tantos como nunca...los últimos días en un lugar increible donde las cosas se presentaron de un modo distinto que cambia todo para siempre y que da esperanza en diversas cuestiones de la vida, también monte a caballo, jugue billar y perdí, perdí tanto que la misma cuenta de mis derrotas perdí...termine El Tilo de César Aira, que misteriosos que son esos argentinos...disfrute a mi familia como pocas veces y disfrute mucho la vida, hoy al parecer despierto de ese estado de intoxicación y pido disculpas a quien las tengo que pedir, tu sabes muy bien que estoy en deuda.
A disfrutar las horas finales de este año y a vivir Molto.

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