Jamás había visto de aquel modo los hombres y las cosas; habíase como desvanecido por ensalmo el aire que entre ellos y yo se interponía, y se me antojaban llanas y ligeras las nuevas relaciones que habian de establecerse entre nosotros, ya que en lo sucesivo bien poco necesitaría yo pedirles para mi intimo goce...
jueves, 27 de agosto de 2009
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