jueves, 25 de febrero de 2010

NO ME SIGAS, NO SE DONDE VOY.

Me gusta creer que la vida no es tan complicada como en ocasiones nos lo hacen creer, y no es el hecho de entenderla como necesariamente fácil y dejar que la misma pase, sino más bien de entender que muchos de los momentos y situaciones que la nutren, simplemente salen de nuestro control y por lo tanto debemos situarnos en planos que nos permitan perspectivas menos rigurosas sobre lo que nos sucede, es decir, pienso que si somos capaces de tomarnos la vida como lo es, como incierta e impredecible; entonces podremos sentirnos menos atados a la infinidad de sujeciones que como sociedad hemos creado, sentirnos más libres en un mundo en el que simplemente, no lo somos del todo.
Los últimos días he seguido en mis cursos sobre filosofía política con el gran filosofo Enrique Dussel y de relaciones internacionales con la gran Laura del Alizal, he presentado también mi candidatura al concurso de valor curricular para obtener una plaza de investigación en la universidad y al parecer en poco tiempo tienen los resultados...
Realmente no tengo la menor idea de lo que suceda el día de mañana, me parece que lo único que me queda es seguir siendo yo.

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